
El mundo sigue su curso natural, las personas seguían engañándose unas a otras, el instinto de supervivencia se me está agotando y no hay marcha atrás.
La desconfianza y el temor acechan cada indicio de romance, ya tiene unos meses que había termino la tormenta y yo sigo esperando la calma. Me rodeo de gente y de ocupaciones sin darme tiempo de extrañarlo, pero el dolor se manifiesta y me lo vuelve a la mente. Sinceridad que se volvió cinismo, unas veces no y las otras tampoco. A pesar de todo sigue siendo la única persona en la que confiaba y es que no se puede depender de uno mismo, no por mucho que se quiera.
Los ciclos están inconclusos y no puedo cerrarlos, es el momento de tomar decisiones que cambiarían mi rutina y yo mas podrida que nunca.
Las oportunidades son pocas y mi apatía hacia ellas no me funciona del todo.
Aun no tengo claro lo que es bueno para mí, en mi búsqueda de independencia temo elegir un camino que no sea el mío. Comienzo a dudar de todo en lo que creía ¿existe algo que no sea efímero?
Les deseo una feliz navidad, y aunque ya no creo en la navidad siempre es bueno darse tiempo de olvidar todo y disfrutar.